Echando la vista atrás...I

Hace ya 8 días...

Hace ya 8 días, a las 18:15 de la tarde, asomaba por la Almeriense Catedral de la Encarnación la Cruz Guía de la Cofradía Prendía...

Los nazarenos, de azul antifaz salian, sin prisa pero sin pausa por el dintel del Templo Catedralicio... Y a lo lejos, en la Calle Cubo, retumbaban los sones que Almería, allá por el 12 de Abril de 2006 olvidaba en la Plaza de mármol blanco... Sones, que hacian temblar los muros de la Fortaleza... Sones que volvian a Almería para demostrar de nuevo como tiene que sonar una buena Agrupación... los Sones de la Pasión.

Y mientras, otros sones, los del llamador del Prendimiento retumbaban de igual manera en el interior de aquellos muros...

Era la hora, y Jesús del Prendimiento, y su cuadrilla, levantaban por primera vez al cielo, llevando en su corazón especialmente en esa levantá y un hermano y a su hijo, al que el Dios de los Ojos verdes quiso tener a su lado el día de Su Madre, la Merced.

Cuatro voces comandan el Misterio Prendío... Cuatro son los que guian a los Leones Coloraos... David, Carlos, Antonio y Juan, mi padre, son nuestros ojos en la dificultosa salida que nos aguarda... Sin apenas mecía y con la elegancia con la que solo anda el Misterio del Prendimiento, empieza a asomar a Almería las rojas plumas de los que lo prenden... Y el traidor, Judas, mira hacia el pueblo almeriense... Y otra imagen... de tez morena, ojos verdes y mirada cálida y serena, observa, como el mismo pueblo almeriense queda prendido al igual que Él, al observar su verde mirada...

JESÚS DEL PRENDIMIENTO, ya está en la calle.

Como siempre y como nunca... Salida impecable, como solo nosotros sabemos y la banda inmejorable, como solo ellos saben. La décima trabajadera del Prendimiento ha vuelto.

Nos esperan 6 horas de autentico disfrute. 6 horas en las que pasearemos como solo nosotros sabemos al Prendi... "¡¡¡OIDO!!!" grita Juan desde la trasera... Y al romper el Himno, rompe el Prendimiento andando con elegancia y poderio, mucho poderio.

Es nuestra salida, la del Misterio Prendío, y como esa ninguna. Porque solo en esa se lleva encima al Señor de la mirada Prendía... Al PRENDIMIENTO.